¿Cada cuánto debo cambiar mis escrituras?

Cambiar de las viejitas a las nuevas escrituras.

En realidad no había pensado en esta pregunta por muchos años de mi vida como miembro de la Iglesia. Antes de toparme con esta pregunta, quizás cambié mis escrituras una vez porque estaban dañadas, y nada más. Y ya que está por iniciar un nuevo año, quiero compartir este post con ustedes.

Definitivamente esta no lo comparto como doctrina de la Iglesia o algo así, simplemente lo comparto como algo que yo aprendí y que me sirvió a partir de ese momento.

Era mi primer cambio en el campo misional y venían las entrevistas con mi presidente de misión. En la entrevista, él me pidió que le mostrara mis escrituras. Después de hablar algunas cosas sobre el estudio de las escrituras, me sugirió que las cambiara ahora que estaba en el campo misional; yo tenía mis "escrituras de joven".

En realidad no lo había notado del todo, pero mis "escrituras de joven" tenían algunos dibujos que al verlos parecían las escrituras de algún adolescente o niño. Mi presidente de misión comentó que él cambió sus escrituras para la misión, luego las cambió cuando regresó de la misión, y una vez más las cambió cuando se casó. Él me dijo que es porque estamos en etapas diferentes de la vida y necesitamos aprender nuevas cosas.

Reconozco que en lo personal, en esas ocasiones en las que empezaba a leer El Libro de Mormón una y otra vez porque nunca lo terminaba, en muchas ocasiones no prestaba tanta atención a los pasajes que ya tenía marcados, o muchas veces me centraba en lo que ya había aprendido del pasaje de escrituras y no en lo nuevo que podría aprender ahora que volví a leer. Claro, es algo de lo que tampoco me había percatado.

Entonces, después de esa entrevista con mi presidente de misión decidí cambiar mis escrituras y de algún modo probar sus palabras. Podrán imaginar que cuando empecé mi lectura en mis nuevas escrituras empecé a marcar las mismas cosas que tenía marcadas en mis escrituras anteriores, como también me era difícil encontrar algunos pasajes porque no los tenía marcados en mis nuevas escrituras. Me di cuenta de eso, de que en realidad no estaba aprendiendo nada nuevo.

Pero mientras transcurrían los días y continuaba con mi lectura diaria en las nuevas escrituras, me di cuenta que en realidad empecé a aprender cosas nuevas. Empecé a fijarme en cosas que no me había fijado antes, probablemente porque antes me orientaba a repasar lo que ya había aprendido, o sea, como ya tenía escrito ciertas frases al margen de la hoja, me quedaba con esa enseñanza; o quizás ya no tenía espacio para escribir más cosas en el margen, por lo que ya no tenía más "espacio" para aprender.

¿Conocen a alguien que regresó de la misión hace años y aún tiene sus mismas escrituras? No creo que sea un pecado que alguien mantenga las mismas escrituras de hace 5 años que regresó de la misión, pero a veces ya ni se ven presentables esas escrituras. Lo pienso así porque a los misioneros se les recomienda en el Manual Misional que tengan forros para sus escrituras para que puedan mantenerlas en mejor estado, diciendo que eso habla de nuestro respeto por las escrituras.

Y, bueno, después de la misión también cambié mis escrituras... Me fijé que hubo algunos versículos que ya no resonaban tanto en mi meditación porque ya no era un misionero, como también vi que otros versículos a los que no había prestado tanta atención ahora eran muy buenos.

Fui llamado como presidente del quórum de élderes y en esta experiencia vi que algunos versículos que yo había marcado con el tema Obra Misional, en la misión, ahora con el nuevo llamamiento los marcaba con el tema Orientación Familiar. Y aunque la obra misional no es más que la orientación familiar con los que no son miembros, y la orientación familiar es la obra misional con los que son miembros (Harold B. Lee), esos mismos versículos marcados de forma distinta hacía que la aplicación fuese más específica y por lo tanto me brindaba mayor ayuda en mis nuevas responsabilidades en la obra del Señor.

Ahora, con un nuevo llamamiento que me permite trabajar con los jóvenes, veo las escrituras de manera diferente, especialmente por el hecho de considerarme joven, porque aprendo sobre el ejemplo que debo ser para ellos, ejemplo que solo vendrá si yo vivo el Evangelio y no solo por decirles lo que tienen que hacer.

Como dije al principio, es solo algo que aprendí y me sirvió desde entonces, pero porque me sirvió es que lo comparto, quizás a alguien más pueda servirle. Y luego, en algún tiempo más, ya vendrá una nueva etapa para cambiar mis escrituras...

¿Alguien quiere probar?
¿A alguien más le ha servido el cambiar sus escrituras?