Último video en el canal

miércoles, 12 de agosto de 2015

Juzgar una religión por sus miembros

El que las personas juzguen una religión por el tipo de miembros es algo muy común, especialmente (y es lo más usual) cuando simplemente no les agrada lo que han escuchado de ella; o sea, ni siquiera es que la hayan conocido, sino que simplemente han escuchado críticas de parte de otras personas.

Viví mucho esa experiencia al ser misionero de la Iglesia. Las personas no querían escuchar nada porque les dijeron algo de la Iglesia que no les gustaba a otras personas... Y muchos tomaban, entonces, el papel de: "Pero si yo conozco a alguien que va a esa Iglesia y viera todo lo que hace"... Y, entonces, empezaban a criticar a la Iglesia por la imperfección de algún miembro de la Iglesia.

De vez en cuando se nos olvida que no somos perfectos, y que los demás tampoco lo son. Y entonces no diferenciamos entre lo que a alguna persona se le enseña, con lo que esa persona a querido aprender. Y, aunque estuviésemos en una mejor posición, cuando juzgamos, decaemos de esa posición en la que estábamos.

No podemos juzgar a una religión por la actitud de algunos de sus imperfectos miembros al no querer aprender lo que muchos otros sí están tratando de vivir.

El ejemplo que siempre doy ante la situación:
Si juzgamos a una religión por sus malos miembros, estamos olvidándonos de lo que realmente enseña la religión a esos miembros. Eso nos haría ver que no es la religión la que no enseña bien, sino que es la persona la que no quiere aprender bien.
¿Quién es el único perfecto que ha estado sobre esta tierra? Definitivamente es Jesucristo, pues Sus enseñas siempre fueron buenas y no tenemos ningún mal ejemplo de Él. Es Su ejemplo de obediencia y Su vida recta lo que bendice nuestra vida.
Pero, ¿qué pasó con Judas? ¿No anduvo él con Jesucristo, viendo y oyendo lo que los otros apóstoles vieron y oyeron? A pesar de eso, Judas tomó decisiones que no eran las que reflejaría alguien que sigue a Jesucristo. Y ya conocemos la historia de Judas...
Entonces, ¿podemos decir que Jesucristo no fue perfecto solo porque Judas no quiso vivir lo que se le enseñó? Claro que no.

En ese sentido, decir que la Iglesia de Jesucristo no es perfecta porque tiene miembros imperfectos, es como decir que Jesucristo no era perfecto porque uno de sus apóstoles no fue perfecto. Simplemente no debemos juzgar a una Iglesia por sus miembros malos.

Si fuésemos  de las personas que hemos visto u oído cosas malas (comportamientos de personas que no concuerdan con lo que se enseña), y eso nos impide o dificulta conocer de esta Iglesia, o incluso volver a ella, recordemos lo que Dieter F. Uchtdorf, segundo consejero de la primera presidencia de la Iglesia, dijo: "No vamos a la Iglesia a esconder nuestros problemas sino a sanarlos". O como se ha dicho por ahí: "La Iglesia no es un museo de santos sino un hospital para pecadores".

De todos modos, no debemos juzgar (Mateo 7:1-2). No debemos querer quitar la paja en el ojo de nuestro hermano sin primero quitar la viga en nuestro propio ojo (Mateo 7:3-5).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario